Desde el curso escolar 2018-2019 hemos puesto en marcha un curso piloto de Programación y Robótica, dentro del marco de enseñanza innovadora y transversal que ha venido caracterizando nuestro centro en los últimos años.
Podéis ver el vídeo de presentación del proyecto:
El curso está destinado a los alumnos de 1º, 2º y 3º de primaria, mediante una clase a la semana de una hora de duración cada una.
Hemos decidido comenzar con los más pequeños porque queremos que este tipo de cursos les acompañe durante todos su estancia en el centro, convencidos de que si durante el próximo curso conseguimos sentar las bases que pretendemos, tanto en términos de conocimientos como de habilidades, en los años venideros podremos alcanzar metas cada vez más ambiciosas, integrando cada vez más tecnología y estímulos a su currículum de primaria.
A principios del curso, se familiarizará a los alumnos con las herramientas que van a utilizar, Scratch Jr, Scratch y mBots, de manera secuencial. Esto se debe a la complexidad que reviste el contenido del curso y que exige una adecuada familiaridad con los instrumentos de software y hardware antes de poder fusionarlos en el control del segundo mediante el primero, que se desarrollará en la segunda mitad del curso.
Se comenzará mediante programación intuitiva en ScratchJr, orientada a asegurar el logro en cada sesión y a aumentar así la confianza en sí mismos de los alumnos, mientras se empiezan a delinear los comandos esenciales de programación. Durante el segundo trimestre se pasará a trabajar con Scratch como evolución natural de la programación orientada a objetos y finalmente a lo largo del tercer trimestre se utilizará la interfaz de Arduino para que Scratch “hable” al robot y le de las instrucciones desarrolladas por nuestros alumnos.
Los ejes sobre los que se apoya la metodología que vamos a implementar son los siguientes:
- Fusión de enseñanza formal y no formal. Cómo explicado en los apartados anteriores el curso no deja de ser un juego: orientado a desarrollar habilidades específicas, sí; con un claro enfoque pedagógico, sí; instrumento de transmisión de conocimientos, sí, pero un juego al fin y al cabo. Consideramos más que probado que la diversión constituye un vehículo muy poderoso a la hora de alcanzar metas de aprendizaje y en este sentido estamos intentando “gamificar” cuantas más actividades posibles.
- Aprendizaje basado en proyectos. Consideramos esencial que los alumnos tengan una meta que alcanzar (en las primeras fases establecida por el maestro y más adelante por ellos mismos), porque conlleva por un lado una mayor implicación a la hora de desarrollar las actividades, por el otro podría representar una excelente manera de mejorar su autoestima y confianza en sí mismos (una características absolutamente esencial en menores que provienen de entorno sociales tan degradados como los nuestros.
- Implementación de la Zona de Desarrollo Próximo. Acorde a la teoría de Vygotsky, el maestro construirá el andamiaje de aprendizaje mediante la transmisión de los conocimientos necesarios para poder llevar a cabo las tareas previstas, con ejemplos que pertenecen al universo cognitivo/intelectual de los niños/as. Se establecerá así una comunicación eficaz, efectiva y fluida. Una vez construido el andamiaje se proporcionarán las condiciones oportunas para que los alumnos puedan superar el umbral de lo que ya saben y explorar su Zona de Desarrollo Próximo, es decir los descubrimientos que están al alcance de su imaginación y creatividad gracias al andamiaje cognitivo/intelectual proporcionado.
- Implementación de la Teoría del Aprendizaje Social. De nuevo siguiendo a Vygotsky, se formarán grupos interactivos para que los alumnos aprendan de forma colaborativa, el uno del otro, aprovechando los privilegiados canales de comunicación “au pair” que se establecen inexorablemente entre ellos.
- Alumnos al centro de proceso de aprendizaje. Como explicado en el apartado anterior, una de las características más originales del proyecto es la inclusión de familiares en el mismo, a los que los niños explicarán lo que han conseguido hasta la fecha, tratando de transmitir lo que han aprendido al público privilegiado representado por sus padres.
- Desarrollo de habilidades más allá del conocimiento. Aprender a programar robots es sin duda una apuesta estimulante, divertida y útil para el futuro, pero el cómo todo esto va a ocurrir es probablemente más importante aún. Gracias a la utilización de este tipo de tecnología, tan afín al ideario lúdico de los niños de primaria, tendremos la posibilidad de desarrollar muchas de las denominadas “Habilidades del Siglo XXI”, junto con la resiliencia y la confianza en sí mismos. Más específicamente, consideramos preponderante que empiecen a poder ver que lo que imaginan, lo que pretenden alcanzar se puede convertir en realidad si disponemos de los conocimientos necesarios y la voluntad de hacerlo. Conseguir que hoy consigan hacer mover, iluminar, sonar un robots exactamente como lo habían previsto puede representar un pequeño paso en una dirección muy apropiada: empezar a transformar la realidad a su alrededor.
- Filosofía inclusiva. Aparte de los familiares, todos los demás miembros del personal del cole están llamados a participar: dirección del centro, para que, desde una visión con perspectiva, oriente el desarrollo del curso; maestros, para que aporten su visión con respecto a las áreas de conocimientos a cubrir mediante la transversalidad que caracteriza el curso; personal de prácticas, para que aporten frescura a las actividades a desarrollar, aprendan de ellas y las difundan y las apliquen cuando les tocará el turno; voluntarios, para que ayuden a llevar a cabo las tareas y sean también “público” para los alumnos orgullosos de su trabajo.