- XAVIER BORRÀS | VALENCIA
«NO SÉ EXPLICARLO»
Ubicado en los barrios de La Malvarrosa y El Cabanyal, en Valencia, esta «comunidad de aprendizaje», basada en el proyecto Includ-ed de la Unión Europea, tiene al 98% de sus niños en esa situación. La mayoría son gitanos, cuya relación con la Iglesia Evangelista no es obstáculo para aprender en un centro concertado cuyo titular es una parroquia católica. Allí, Kydland se sometió al interrogatorio de un aula de niños de quinto de Primaria. Y se encontró con Pedro, un niño de 11 años, que le lanzó un desafío intelectual: «¿Por qué cada país del mundo tiene una bandera distinta?». El economista noruego no tuvo dudas: «No lo sé, no sé explicarlo».
Isabel tampoco se lo puso fácil: «¿Y por qué no todo el mundo tiene la misma moneda?», le preguntó. «Porque los gobiernos usan el dinero para financiar sus actividades», respondió. «Y es más útil tener la propia». Kydland no pudo evitar usar un tecnicismo que los niños probablemente no entendieron: «Hay países que fabrican más dinero del que deben y eso provoca hiperinflación y por eso la moneda cada vez vale menos».
Previamente le formularon otras, al más puro estilo de Juego de Niños. «¿Por qué unos países tienen petróleo y son otros los que tienen dinero?», le interrogó José. «Porque sus políticos son muy corruptos». Miguel fue más allá: «¿Por qué la gente tira la comida mientras mucha gente se muere de hambre?». Otra pregunta complicada: «¿Por qué los bancos ganan tanto dinero y hay gente pobre?». La gente, explica Kydland, «confía en ellos para que les guarden el dinero, en lugar de gastarlo prefieren ahorrarlo».
Aquí va otra, que le formula Amparo, una de los 200 alumnos de este centro, modélico en su trabajo de integración y que acaba de incorporar una Formación Profesional básica: «¿Somos más ricos con el euro o con la peseta?». Kydland trata de explicar que España se benefició de «ingresos extraordinarios» con su entrada en la Unión Europea. Pero, además, tener una moneda «más fuerte» ayuda a los países a tener una imagen «más fuerte».
A la gran duda sobre las diferencias económicas en el mundo, poniendo como ejemplo la América del Norte y la del Sur, el economista noruego recurrió a un argumento sencillo: «Dirías que estás en lo cierto, que EEUU y Canadá son más ricos que los países del sur del continente, donde hay pobreza, porque estos enfocan sus esfuerzos a proyectos de muy corto recorrido y no de largo plazo, como la educación o el medio ambiente».
Las instalaciones del Santiago Apóstol son antiguas. De hecho, el colegio se fundó en 1926. Pero sus métodos para innovar en la integración social son bastante avanzados. El colegio sobrevive de Cáritas Diocesana, de su vinculación con la cercana Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y de patrocinios como el de la Fundación La Caixa, como explica su actual director, Jordi Bosch, durante un encuentro con el propio Kydland y varios educadores del centro. Uno de ellos, Aarón, un ex alumno que se reenganchó a los estudios de Secundaria y hoy es un ejemplo para otros niños del barrio que han tirado la toalla.
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Levante-EMV
Kydland a Diego. «No faltes al colegio y aprende todo lo que puedas, intenta llegar al instituto y obtener el graduado. Cuánto más te formes mejor: estudia Bachillerato o Formación Profesional e incluso intenta llegar hasta la Universidad. Trata de conseguir ayudas y becas que te permitan llegar lejos en los estudios y lucha por lo que quieres»,
añade. «Si te formas y aprendes un oficio -prosigue-, encontrarás más fácil un trabajo que te permita ganar dinero y salir de la pobreza».
Hemeroteca:
Desde el centro educativo agradecemos enormemente als Premis Rei Jaume I, el interés en que el Premio Nobel visitara nuestro colegio como una realidad más de nuestra ciudad visibilizándola desde la normalidad y tratando de aportar soluciones reales para las dificultades que atraviesa nuestra comunidad educativa.